Monthly Archives: November 2007

¿El efecto ZP en Canberra?

Oriol Farrés

Kevin Rudd, líder del Partido Laborista Australiano, ha sido elegido nuevo primer ministro del país al salir vencedor de los comicios celebrados el pasado 24 de noviembre.

La victoria de Rudd se ha debido principalmente en un cambio de opción política de cerca del 6% de votantes del partido Conservador, que en esta ocasión, habrían decidido cambiar el sentido de su voto en favor del partido laborista.

El cambio en la mente de los electores, se debe en buena medida, a la incapacidad de Howard de alterar la deriva de su acción política, después de 11 años al frente del ejecutivo. Y es que arrimarse a las corrientes más potentes del sistema internacional es extremadamente útil para alcanzar velocidad de crucero, per limita mucho las opciones de maniobrar en espacios reducidos sin causar accidentes. También la crisis económica y el efecto ‘no hay nuevo malo’, han sido bazas significativas en la debacle de Howard, que podría haber perdido incluso su escaño como diputado, después de 33 años de reelecciones consecutivas.

Pese a haber obtenido una victoria excepcionalmente amplia en las últimas generales, el primer ministro ha dilapidado su crédito, en buena parte debido al agotamiento de sus postulados en política exterior, sujetos incuestionablemente a la alineación junto con los Estados Unidos la guerra contra el terrorismo. En aquél contexto, Howard jugó la carta sin reservas, como hicieran Aznar y Blair. En un final digno de la peor de las maldiciones de Tutankamon, como ellos ha sido víctima de los que entonces se plantearon ante el mundo como imperativos de acción, y que han resultado ser en jerga diplomática, poco menos que ‘inexactas’.

Como una gota malaya sobre la frente de Howard, ante los ojos de los electores australianos han desfilado las revelaciones entorno a la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak, o la brutalidad de Guantánamo (relatada escabrosamente ante la audiencia televisiva australiana por uno de sus nacionales, repatriado desde aquél triángulo de las Bermudas del derecho internacional). También en su caso particular, la impopularidad en el resto de Asia ha minado su carisma, debido a una posición tendenciosa hacia sus vecinos asiáticos, que le ha granjeó a Howard el mote de ‘Sheriff de EEUU’ en Asia.

Fiel a su acción política, como relataba BBC en un artículo reciente, Howard se ha encontrado ante los comicios en el lado equivocado de la opinión pública.

Lo que en un primer momento era la firmeza anisada por los electores, y que le dio crédito en un contexto de shock postraumático ocasionado por los atentados de Bali de 2002, se tornó con el paso del tiempo y de los acontecimientos, en una rigidez indeseable.

Por su lado, Rudd logró en el transcurso de 2007, amartillar cada uno de los puntos débiles de Howard y plantear a los electores una opción claramente opuesta y deseable, con la libertad de alguien que accede al poder sin las ataduras de 13 años de gobierno.

Sea como fuere, en el ámbito de la política interna, Rudd ha anunciado una política comprensiva con la población aborígen, que ha sufrido los abusos del Gobierno (basta hacer referencia a las abducciones de cerca de 10 mil niños aborígenes para darlos en custodia a padres blancos, una práctica por la que aún el Gobierno no se ha excusado). Este acercamiento a los aborígenes es un cambio diametral respecto a su antecesor en el cargo, y aborda una una realidad vergonzante para un país que según el PNUD es el tercer país más desarrollado del mundo, y que sin embargo no acierta a dar pasos que mejoren la vida de la comunidad aborigen, que ofrece unas tasas de esperanza de vida casi 20 años inferiores al resto de la población, y es víctima del paro, múltiples adicciones y de enfermedades infecciosas erradicadas en el mundo desarrollado. Una respuesta acertada ante la cuestión aborigen, debería ser una de las prioridades actuales del laborismo australiano, que posiblemente, aliviaría algunas de las tensiones internas que sufre la sociedad y que generan periódicos estallidos de violencia.

También la crisis económica ha pasado factura al Gobierno saliente, comprometido en reformas que despertaron las iras de los sindicatos y la desconfianza de la población. Rudd ha manifestado su compromiso de paliar esta situación. Sin embargo, no ha dado aún señales de su actitud ante uno de los temas cruciales: la política migratoria. Sin embargo, la extraordinaria dureza de Howard en este terreno, le ofrece un margen amplio para liberar tensión sin que en práctica, se produzcan cambios destacables, algo valioso para un Gobierno laborista que teóricamente debería mostrarse más comprensivo en este terreno.

También se hace imprescindible abordar de manera diferente, la cuestión del cambio climático. Howard ha sido uno de los principales opositores a firmar el Protocolo de Kyoto, argumentando su ineficacia para combatir el problema. Es evidente que este será uno de los principales asuntos en los que Rudd se diferenciará de su predecesor, ya que por activa y por pasiva, ha declarado su voluntad de adherirse finalmente al tratado. Y es que los efectos del cambio climático son ya un problema del presente en Australia, que sufre el azote de los grandes incendios y las sequías, que en los análisis más pesimistas, dejan a Sydney sin agua suficiente para sostener a su población, en tan sólo 13 años.

Esta cuestión supondrá un primer elemento de alejamiento de las posiciones defendidas Gobierno de los Estados Unidos, ya que Washington perderá un aliado imprescindible en su campaña anti-Kyoto. Otro iceberg en deriva de colisión para las relaciones Aussie-americanas, es la más que previsible retirada de las tropas australianas de suelo irakí.

Sin embargo, el distanciamiento no puede ser más que provisional. Australia depende de los EEUU, aunque menos que en el pasado, para garantizar su seguridad. EEUU también es su socio en cuanto a dotación de material tecnológico de control de fronteras, patrulla de las aguas, transporte… etc… aprotándole a Australia infraestructura para sostener su rol de potencia en medio del oceáno. A la inversa, EEUU depende (en este caso aún más si cabe que en el pasado) de Australia como socio fiable, a medio camino entre su territorio y el Asia emergente. Por todo ello, es previsible que el grado de alejamiento entre ambos países dependa de las medidas compensatorias que lleve a cabo el nuevo ejecutivo. Quien sabe si podría darse, como en el caso español, una mayor implicación australiana en otros puntos calientes de la guerra contra el terrorismo, principalmente en Afganistán. Sin embargo, todo conduce a pensar que Rudd deberá escenificar el alejamiento para cerrar una etapa.

Es en este terreno de las relaciones asiáticas es en el que se espera con entusiasmo el impulso de Rudd, que ha publicitado al máximo su fluidez con el mandarín, que demostró departiendo fluidamente con el Presidente Hu en Beijing. Apuntar tan sólo que Australia se ha convertido en un foco de interés para los estudiantes asiáticos que deciden cursar sus estudios en el extranjero. Según datos de UNESCO, en 2003 cerca de 180.000 estudiantes extranjeros cursaban estudios en Australia, un 66,7% de los cuáles, eran asiáticos. Sin embargo, el equilibrio entre unas relaciones asiáticas más fluídas (basadas en una relación privilegiada con China) y la fidelidad a las posturas de EEUU, no será sencillo. Puede tener grandes implicaciones para futuras estructuras de seguridad asiáticas, así como en opciones de política exterior para países relevantes en la zona.

No parece sencillo que un Gobierno australiano cercano a China sea capaz de aliarse con Japón para coordinar una agenda independiente de los EEUU. Principalmente, esto podría conducir a los EEUU a ejercer una mayor presión sobre Japón para que aumente su potencial militar y cubra levemente el hueco (sin duda temporal) dejado por Canberra. En este contexto, es preciso señalar que Rudd ha manifestado su escepticismo ante la llamada Alianza Trilateral que Condolezza Rice arrancó a un Howard en 2006, a los primeros indicios de coquetear con China.

En este contexto de acercamiento a China y alejamiento ‘formal’ de EEUU, no sería descartable un recrudecimiento futuro de las tensiones en el estrecho de Taiwan. Esta se convertiría sin duda en la piedra de toque para tocar ‘a murallas’, en un futuro que se presume más que próximo.

Un segundo damnificado de la reversión en Australia, podrían ser las relaciones con India, que tal como manifiesta Robert Ayson en un reciente artículo, podrían resentirse por la cuestión del comercio de uranio del que Australia es un gran proveedor e India aspira a ser un respetable importador, pese a estar fuera del TNP. Si bien Howard se mostró favorable a pasar por alto este detalle, Rudd podría reconsiderar esta opción y regresar a la tradicional negativa australiana a suministrar uranio a países no signatarios del tratado.

Sin embargo, existirán efectos positivos en el relevo político. Principalmente, estos deben producirse entre los vecinos de la región del Pacífico, hastiados del anterior primer ministro. En el caso de pequeñas islas-estado, la cuestión del cambio climático era esencial, ya que en muchos casos, es una amenaza de trágicas consecuencias para supervivencia a la que Howard había permanecido insensible. En cuanto a los vecinos de tamaño medio, en la mayoría de los casos las relaciones estaban en un momento tan crítico, que tan según algunos analistas, sólo pueden mejorar. Estos son los casos de Papua Nueva Guinea y Salomón, que siempre han visto a Canberra (pero especialmente con Howard) como un poder intervencionista en su política interna. Otro efecto que se presume positivo, es la convergencia temporal (que es en realidad, muy poco frecuente) con un Gobierno laborista también en Nueva Zelanda, un país que utilizando un símil futbolístico, siempre está desmarcado en la banda pero al que hasta el momento, Australia pocas veces ha querido pasar la pelota. Sería interesante observar las consecuencias de una convergencia real de intereses entre ambos países y en lo que respecta a este blogg, atender sus efectos sobre Asia y muy especialmente, en Oceanía.

¿Delhi vs. Beijing? todos contra Washington

Primero vino el el Consenso de Washington, este barco de pesa que mientras faenaba en alta mar arrastraba con todo lo que encontraba, desde una aparente robusta economía tailandesa hasta una imprevisible Rusia al borde del colapso. El fuel utilizado ya es conocido: desregulación laboral, propiedad privada cerrada a cal y canto, privatizaciones , fluctuación de las monedas y para horror de los keynesianos, disciplina fiscal.

Pero la crisis bursátil que azotó a Asia durante el año 1997-1998 puso al descubierto las debilidades del consenso de Washington. El barco de pesca se había convertido en un buque destructivo para muchas economías , como la argentina, la indonesia, o recientemente la turca.

Por fin apareció el autoproclamado Consenso de Beijing. Como explica el artículo de Scott MacDonald en el Asia Times,

The key elements of the Beijing Consensus are:
· Ideas such as privatization and free trade must be approached with caution (both China and India still have large state-owned companies).
· There should be a ruthless willingness to innovate and experiment (ie, China’s special economic zones).
· There should a lively defense of national borders and interests (as with China vis-a-vis Taiwan and Hong Kong).
· The government should follow the increasingly thoughtful accumulation of US currency reserves.
· Policymakers should have “a focus not simply on gross domestic product growth, the sine qua non of the Washington Consensus success, but also on growth that is both environmentally friendly and corruption-free”.

Y pronto aparecieron los símiles entre el Consenso de Washington y los Valores Asiáticos, para mayor regocijo de Mahatir. Aunque analizados con una lupa, más de un punto es cuanto menos dudoso. Precisamente el punto 4 nos recuerda que los gobiernos, en este caso, el Chino debe seguir una estrategia de acumulación de reservas en dólares. No hubiera podido hacer mejor los deberes. Aunque ahora el problema, como hemos apuntado en anteriores blogs, es precisamente que China ahora es la primera interesada en que el dólar no se devalúe demasiado aunque resulta difícil cuantificar una cifra que agrade a las autoridades chinas y que no repercuta en sus exportaciones, unos de los éxitos de su robusta economía.

Como apunta ya el artículo, resulta aún más dudoso que se cumpla el último de los puntos, un entorno „corruption-free“. Por ello, y ante el autoritarismo suave de China, hay quien ya prefiere el último de los consenos, „El consenso de Delhi“.


· A strong adherence to democratic government, based on parliamentary give-and-takes.
· Settling of major debates about economic policy via the ballot box and parliament (a more difficult process in the short term).
· A legal system relatively independent of the dominant political party.
· An apolitical military establishment (unlike China’s People’s Liberation Army).

· Support of the increasing multinational nature of local companies.
· An economically expanding and politically articulate middle class, supportive of globalization.
· A desire to strike more of a balance than in the West between the haves and the have-nots. Copying high-end Western materialistic society is not entirely a viable option in the short term, but the gap can be closed over time.

Sin lugar a dudas, Japón se sentirá más cómodo con el consenso de New Delhi que con el de Beijing, no solamente por la rivalidad sino-japonesa de liderar la zona del este asiático, sino también por que la India forma parte de los planes de Tokio de establecer un „arco de estabilidad democrática“ que incluya asimismo a Australia y Nueva Zelanda, con el permiso del nuevo premier australiano.

Lluc López

China más pobre de lo que creíamos

El Banco de Desarrollo Asiático en un informe de este pasado verano en el que se analiza la riqueza de China a niveles de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), eso es, teniendo en cuenta los tipos de cambio, reveló que, en este sentido, la economía China es un 40% más pequeña de lo previamente establecido y que la pobreza sigue afectando a más de 300 millones de ciudadanos.

Esto datos son importante para entender realmente la magnitud de los procesos, así como las consecuencias sociales del crecimiento económico del país pero también, como analiza Albert Keidel en el Financial Times, para matizar las voces de alarma sobre la “amenaza china”:

Based on the old estimates, the US Government Accountability Office reported this year that China’s economy in PPP terms would be larger than the US by as early as 2012. Such reports raise alarms in security circles about China’s ability to build a defence establishment to challenge America’s.

Well-informed analysts know that PPP calculations are a poor measure of a country’s potential military base, but with the corrected China PPP statistics, the whole question is moot. China is just not that big now and will not get that big any time soon. (…) It means that the US and other developed nations have more time to engage China and interact with its fledgling institutions.

Triangulation of Euro Dollar and Yuan.

Thomas Palley , reporter of Asia Times, suggests us an interesting theory on Triangulation. We use triangulation in the field of international relations theory to describe when an actor of international system, normally a state, exploit it relation with another actor as leverage to extract concessions from another part of the Triangle.

In that case, we can observe a reverse triangulation from the Chinese authorities on economical policy. US and Europe and fiercely competing for saling to China and they do not cooperate to pressure the country to adjust the yuan. Consequently, Beijing has its benefits of this European-American currency competition: the undervalued Yuan.

An overvalued Euro firstly helps to bring down the large European’s trade suplus with the United States.

Secondly, an overvalued Euro speeds up the European’s Union deficit with China, which is expected to be $260 bilionsin 2007.

Thirdly this trade deficit caused by an overvalued Euro might cost jobs in the old Continent, and at the same time the European manufacturing, being less profitable, reduce investment spending, disturbing even more European economies.

Last but not least Europeans companies have a great incentive to shit its production to developing economies such as China.

By the way , on what side of the Triangle should be the Yen?

La condición humana

Recentment he tingut ocasió de veure una pel·lícula que és una autèntica obra mestre del cinema de tots els temps.
A 人間の条件 (1959-61) que en castellà han traduït com la condició humana, Kobayashi Masaki recrea les peripècies d’un jove idealista destinat a una mineria a l’estat
titella de Manchukuo. Kaji, el protagonista, voldrà compaginar la millor de la producció, amb un tracte més humà per alts treballadors xinesos, que es troben en una situació d’esclavatge.
Tot i refusar la política imperialista, kanji es mou entre la contradicció de ser coherent amb els seus sentiments pro-humanistes i el giri 義理 gir o sentiment d’obligació envers la comunitat, en aquest cas l’exèrcit imperial. Com s’observa a la portada, Kaji en un moment donat afirma: “El fet de ser japonès no és un crim. No obstant, el meu crim més gros és ser japonès”
La triologia està formada a part de “No hay amor más grande” per “El camino a la eternidad” y “la plegaria del soldado” En la segona pel·lícula Kaji és enviat a l’exèrcit , on sufrirà les pitjors vexacions per part precisament dels seus companys,especialment els soldats veterans. Fantàstic retrat de la forta jerarquia i disciplina de l’exèrcit imperial.
Però encara hauria de venir el cop més dur per a aquest jove d’idees comunistes: la captura de Kaji per part dels soviètics, on acaba per fi l’idealisme del protagonista.

A part d’aquesta tràgica històrica de Kaji i del període històric que descriu, es desenvolupa paral·lelament una preciosa i profunda història d’amor amb la que és la seva promesa.

Un document d’autèntica rellevància història per entendre l’imperialisme, el militarisme -i per tant, anti-militarisme- i les complexes relacions des d’alehores entre la Xina i el Japó.

Bé, realment valen la pena aquestes més de deu hores de pel·lícula i un cop comences, no pots parar així que deixeu-vos-ho pel cap de setmana.

Asia Central: Gobierno, cooperación y seguridad


Ya está disponible online el número 18 de los Documentos de Trabajo del CIDOB tiulado Asia Central: Gobierno, cooperación y seguridad. El documento ha sido escrito por algunos de los miembros de este blog y, naturalmente, recomendamos encarecidamente su lectura. Y, por supuesto, agradeceremos también cualquier crítica al respecto.

La cumbre del ASEAN (+3) (-3)

La más numerosa (más de 1000 delegados de más de 43 países) reunión del ASEAN (+3) está trayendo interesantes noticias noticias fruto de los intensos contactos multilaterales y bilaterales.

En la cumbre se ha acordado profundizar en la integración regional (al estilo de la UE) luchar contra el cambio climático, si bien parece que la solución pasa por potenciar la energia nuclear.
Sin embargo, para mi lo más interesante ha sido la percepción de que la creación de la Comunidad de Asia Orienta se va a centrar en el ASEAN+3, dejando de lado las perspectivas que tenían desde la cumbre del año pasado tanto India, como Australia y Nueva Zelanda. El artículo de Allen T. Cheng and Shamim Adam en Bloomberg es muy interesante en este sentido:

Asean secretary general Ong Keng Yong earlier this year insisted that India, Australia and New Zealand would be included in plans to establish a free-trade zone covering all 16 nations who participate in the East Asia Summit. Today’s statement recognizes China’s demand that only Asean Plus Three countries should be included in the community.

“The Chinese refuse to accept the other three guys,” Ong said in an interview today. “They have always maintained that the East Asia community is 13 countries.”

Asean economic ministers agreed last year to study a Japanese proposal for a 16-nation free-trade area, which would harness 3 billion people and economic output of $9 trillion.

Todo esto me parece que indica que China está empezando a dirigir su propio regionalismo, está empezando a tomar las riendas. Por otra parte, también podría mostrar la creación de una Comunidad de Asia Oriental a dos velocidades, al estilo propuesto en europa pero que no cuajó.

Por su parte la UE no ha conseguido demasiado pues Birmania ha monopolizado la agenda. Tras la declaración conjunta entre la UE y EEUU sobre Birmania, muy dura, la declaración conjunta con la ASEAN ha sido muy débil, y el tema ha sido un escollo más para que al final no se acabara signando el acuerdo ecónomico entre ambas partes.

Previa a la reunión del ASEAN encontramos la cumbre entre Japón, China y Corea del Sur sobre Corea del Norte, escenificando el buen momento de sus relaciones y acordando, entre otras cosas, la creación de otro “teléfono amarillo” entre Japón y china. Para leer más ver el artículo en Bloomberg. A la vez, India y China refuerzan su cooperación estratégica y las coreas aprueban re-abrir el transito ferroviario entre ambos países.

El Petrosocialismo y el islamismo iraní

Pareciera que la diplomacia venezolana aduce a poco más que un par de insultos escenificados -como el de “esta tribuna de oradores huele a azufre, como dijo en las NNUU o los recientes altercados con el Rey español- y que la mejor estrategia es la que siguen desde hace tiempo el gobierno Bush ante los insultos y provocaciones de un Chávez arrecho: “Rice, creo que oigo un susurro, tu lo oyes?. No George, no se oye nada”

Pues bien lo cierto es que la nueva diplomacia venezolana sigue, como nos recuerda Steve Ellner, los objetivos de la diversificación económica y la solidaridad económica para crear un mundo más multipolar, y luchar contra el imperialismo –unipolarismo americano. Aunque detrás de cada acción humana y por descontado de un estado, hay una intencionalidad que difícilmente puede ser “solidaria” a secas, lo cierto es que tanto el PetroCaribe como el PetroSur representan una nueva generación de Tratados con los que el socialismo bolivariano quiere demostrar su retórica solidaria con aquellos países que están del lado venezolano. El primero permite cambiar petróleo por azúcar, bananas u otros alimentos para países en dificultades como Cuba o Jamaica. El segundo -el Petrosur- permite a países como Argentina, Brasil o Uruguay llegar a acuerdos petroleros con Venezuela.

La nueva “diplomacia de la solidaridad” goza como instrumento de varios brazos institucionalizados que son la ALBA, el nuevo Banco del Sur y la OPEC –y aquí entenderemos la ubicación de noticias de Venezuela en este espacio-

Por lo que se refiere a la ALBA, este acuerdo entre “hermanos” , Venezuela y Cuba, al que se han agregado Nicaragua y Bolivia –Ortega y Evo- ofrece una alternativa al área de libre comercio de las américas y pretende crear un bloque sur-sur, en donde se establezcan tratados preferenciales entre naciones del sur. El argumento, contra los que lo critican, es que es una medida para corregir las asimétricas relaciones entre países desarrollados y países no desarrollados. Es decir, una discrimincación positiva aplicada a tratados entre países subdesarrollados.

El Banco del Sur es una propuesta del gobierno bolivariano de Chávez y la administración del señor –y ahora señora- Kirchner para escapar de los tentáculos del Banco Mundial y el consenso de Washington; es decir, evitar a toda costa el dólares a cambio de privatizaciones, liberalización del comercio y del capital y reducir los derechos laborales. Como nos recuerda Nadia Martínez las políticas del consenso de Washington permitieron enriquecer a una elite en América Latina que adquirieron compañías estatales –algunas de gas y petróleo- a precios de fábrica. Por ello, Chávez ha puesto en marcha este Banco para alejarse lo más posible de las políticas del consenso de Washington.

Y por último, estamos ante una OPEN con un rol cada vez más importante de Venezuela y su aliado el presidente de Irán Mahmud Ahmadijejad. En el último encuentro de noviembre, ambos mandatarios han vaticinado el fin del dominio del dólar, y por ello, el fin del unipolarismo o imperialismo norteamericano.

La relación entre ambos países es especialmente buena. La frecuencia de vuelos entre Maquetía, en Caracas y la capital iraní ejemplifican esta buena sintonía entre dos países que desean establecer una alianza en el si de la OPEP clarmaente anti-americana – una especie de “Organización de Shanghai” siendo Irán y Venezuela Rusia y China respectivamente- algo aún improbable habida cuenta de los lazos de Arabia Saudí y Kuwait con Estados Unidos.

En cuanto a la declaración estrella, la caída en picado del dólar y tras de ella, del imperio americano, ha alertado a los mercados. Según la advertencia de Caracas-Teherán, barril de petróleo podría incluso llegar a costar 200 dólares si Estados Unidos ataca a Irán. Además sugieren que el precio del petróleo se obtenga de una cesta de diferentes monedas.

Podéis leer algunos artículos al respeto.

Latin America’s New Petro-Politics
Chavez and Ahmadinejad: FAlling dollar a prelude to the end of US imperialism
Using Oil Diplomacy to sever venezuela’s dependence
Auf dem Weg zum Petro-sozialismus

Pakistán, hacerlo peor es posible

Musharraf está contra la cuerdas, ni EEUU le ha dado credito en sus últimas decisiones, obligando a rectificar, sin embargo la cosa todavía podría ir a peor. Un ejemplo lo econtramos en la propuesta norteamericana de “pacificación” de las tribus insurrectas del país y cuya estrategia es, explícitamente, actuar como en Iraq. Se pueden leer las principales características de la propuesta en RFERL, pero como muestra este excelente artículo de Le Monde, este comportamiento no parece racional, sino fruto de un discurso muy alejado de la realidad que todavía considera la situación de Iraq como éxito.

Como podemos leer en The General has no Uniform By Syed Saleem Shahzad en Asia Times:

While the United States is finally satisfied that Musharraf has followed Washington’s dotted lines in the “war on terror”, history will record that over the past few years the region has seen the emergence of the neo-Taliban not only in Afghanistan but in Pakistan as well.

In this context, Musharraf’s visit to Saudi Arabia this week is an attempt to relay though King Abdullah to the George W Bush administration that what is good for the US is not necessarily good for Pakistan, that is, Bush’s attempts to dictate the course of national politics have in fact had counterproductive results.

Thus, while Bush this week lauded Musharraf as having “done more for democracy in Pakistan than any modern leader has”, it is pertinent to consider the downside in earning such praise.

Paula Newberg en YaleGlobal escribe otro interesante artículo al respecto.

The reaction to the news that the US Defense Department has decided to send Special Forces trainers to Pakistan’s unruly tribal areas has so far been muted. But the irony of the decision and its long-term implication for the Subcontinent is hard to miss. In the eighties, the US administration poured money and weapons in Pakistan to train the Mujahideen to fight the Soviets in Afghanistan. The Soviets were ousted, but in a blowback, the Mujahideen-turned-Taliban rulers of Afghanistan later emerged as host of Osama bin Laden’s al Qaeda, forcing the US to take on its one time allies. In a seeming replay of the past, the US Special Forces are now poised to take on yet another training role in the same part of the world. Encouraged by its success in turning Sunni tribes in Iraq against al Qaeda, the US now wants to win over the tribals who have been cooperating with the Taliban and bin Laden’s fighters. Pakistan analyst Paula Newberg sees the move fraught with danger. The fact is that the US support for President Musharraf’s failed policy has created a situation in which parts of the country has fallen in the militants’ control, while the country reels under his emergency rule. For many Pakistanis, Muslim clerics and their followers, who believe the US-led war in Afghanistan is a fight against Islam, this move, she says, is deliberate insult added to profound injury. The trained Islamist tribals may well turn their newly gained skills to jihad in Kashmir and jeopardize the rapprochement with India achieved so far. Newberg says, “US soldiers may defeat a few militants, but they will almost certainly alienate Pakistan’s forcibly disenfranchised voters.” – YaleGlobal

Sin duda, todo parecido con la realidad es pura casualidad.

Ciència i progrés.

Voldria suggerir la lectura d’un llibre força interessant. Es tracta de l’obra de John Gray “Contra el progreso y otras ilusiones” (Against Progress and Other Illusions”).
Pels qui no hagueu tingut la oportunitat de llegir a Gray és sens dubte un dels pensadors més brillants del panorama intel·lectual.

Després de “falso amanecer”, en aquesta ocasió ens fa pensar sobre la relació entre ciència i progrés i versa una crítica demolidora contra el que ell denomina “humanisme laic” La seva tesi principal és que des dels primers pensadors de la Il·lustració , els savis europeus –per ell neocristians missioners d’un nou evangeli pagà- s’han avesat a repetir el missatge que la ciència implica necessàriament progrés; i que el progrés és la creença en què la vida humana millora a mesura que augmenta el coneixement.

Però en canvi, ell creu que per bé que el coneixement científic alimenta la innovació tècnica, en la ètica i la política, el progrés, els avenços, no són acumulatius. Ans al contrari, “la vida humana pot convertir-se en més salvatge, més irracional a mesura que s’acceleren els avenços científics”. Vaja un retorn a Hobbes irremeiable (si Locke i Kant aixequessin el cap,..)

Sinó considereu el que està passant a Iraq.

Els neocons , en qualitat de missioners del progrés, aspiren a crear un sistema internacional basat en els seus dogmes, encara que això impliqui l’ús de la ciència per a aniquilar molts milers de persones. (us recomano la revista “The National Interest”on podreu llegir a aquests neocons com en Irving Kristol i la seva troup)

Com diu en Gray “la fe en el progrés és el Prozac de les classes pensants.” Que Déu ens agafi confessats.

Lluc López i Vidal